Nunca fue segura la llegada de James Rodríguez a Junior, ni tampoco tan cercana, pero el cucuteño no fue franco desde el principio. Sí o sí debes tener en cuenta los pedidos de los jugadores cuando pueden llegar a un club, por lo cual, Fuad Char puso todo su empeño para que el arribo del ‘10’ se diera, buscando patrocinadores, elevando el tema en cada medio para atraer más empresas que colocaran partes económicas en la operación, viajó para reunirse con él y todo resultó ‘en balde’.
En este caso no hubo seriedad. ¿Cómo un jugador va a hacer que el máximo directivo de un club haga todo lo posible para que lo tenga en sus filas y tenga un viaje como el de este viernes para finiquitar su traspaso? No se entiende por qué James Rodríguez no estableció sus ideas con claridad y las comunicó para saber a qué atenerse y no realizar nada en vano.
El propio patriarca de la familia Char anunció que después de su regreso de la reunión con Rodríguez en Llanogrande, Antioquia, le dieron a conocer que el futbolista ya tenía una mejor oferta, superior hasta el doble de lo que Junior podía ofrecerle en un contrato.
El mediocampista debió ser sincero, y si se analiza desde otro punto, las negociaciones que se daban también permitieron que la situación fuera mucho más mediática, hablando y hablando de James Rodríguez para que hasta precisamente al mismo tiempo de la cumbre se anunciara en México que iba a fichar por León.
Este caso, sin duda, demuestra que falta compromiso y sinceridad en las personas para no hacerle perder el tiempo a los demás. Nadie veía fácil la llegada del ex Real Madrid a Junior, pero se necesita tener todo claro desde la puesta en marcha de las conversaciones.
Ahora, habrá que visualizar si esto fue lo mejor que le pudo pasar a Junior o el jugador con pasado en Bayer Múnich era un elemento diferencial con el que había que contar; y que, por supuesto, el futuro de James Rodríguez sea próspero, pero que tenga franqueza, un aspecto valioso en cada uno de nosotros.