El Balón de Oro 2024 le ha sido otorgado a un futbolista que representa una figura poco habitual entre los ganadores de este galardón: Rodrigo Hernández, mejor conocido como Rodri. No es delantero ni un mediático goleador, pero ha sido el motor indiscutible del Manchester City y la selección española en la última década. Con su reconocimiento, Rodri se une al selecto grupo de futbolistas españoles que han ganado el Balón de Oro, un club que hasta ahora solo incluía a Luis Suárez, Alfredo Di Stéfano y Alexia Putellas.
«Es un honor increíble recibir este premio. Siempre he trabajado para ser el motor y equilibrio de mi equipo, y aunque mi rol no siempre brilla como el de los delanteros, hoy este reconocimiento demuestra que el fútbol es un juego de equipo donde cada posición cuenta. Dedico este Balón de Oro a mis compañeros y a todos los que creen en el poder de la constancia y el esfuerzo silencioso. Este premio es de todos nosotros”.
En total, Rodri disputó 51 partidos oficiales durante la temporada, anotando 8 goles y brindando 5 asistencias en todas las competiciones. Aunque sus números en goles y asistencias no sean impresionantes comparados con los de delanteros como Erling Haaland o Kylian Mbappé, su verdadero valor reside en su control del juego, su liderazgo en la cancha y su inteligencia táctica. Con Rodri en el campo, el Manchester City mantuvo una precisión promedio de 92% en los pases y un dominio en la posesión superior al 65% en la mayoría de los encuentros, un reflejo de la influencia que ejerce en el ritmo del equipo.
El rol de Rodri en el esquema de Pep Guardiola va mucho más allá de lo que reflejan las estadísticas. Como mediocampista central, Rodri es el nexo entre la defensa y el ataque, siempre disponible para recibir el balón, recuperar la posesión y distribuir el juego hacia adelante. Durante la temporada pasada, su promedio de 2.3 intercepciones por partido y su impresionante 92% de precisión en los pases hablan de su capacidad para mantener la calma y la claridad en los momentos de presión. En un equipo como el City, que prioriza el control de balón y la construcción desde atrás, Rodri es esencial para que el sistema funcione.
Además, su resistencia física le permite cubrir largas distancias en el campo. En promedio, Rodri recorrió más de 11 kilómetros por partido, moviéndose constantemente para apoyar a sus compañeros y ser una opción segura de pase. Este despliegue físico es lo que le permite proteger a la defensa en momentos críticos y, al mismo tiempo, contribuir al ataque cuando se presenta la oportunidad.
Rodri fue un pilar fundamental para la selección española en la Eurocopa 2024. Su papel en el mediocampo no solo ha sido el motor en la transición ofensiva y defensiva del equipo, sino también un respaldo estratégico que ha permitido a España mantener el control del juego en cada partido. Su liderazgo en el campo también ha sido notable. Rodri ha fungido como el mediador de los ritmos de juego, dando calma cuando es necesario y acelerando el juego en momentos clave. Su presencia ha sido una influencia positiva para sus compañeros, permitiendo que otros jugadores de la selección se enfoquen en la creación ofensiva sin descuidar el control defensivo. En momentos decisivos, como los partidos de eliminación directa, Rodri ha sido crucial y su capacidad para hacer frente a la presión ha fue un factor diferenciador para la consagración de la roja.
El premio del volante del city es un reconocimiento a la constancia, el esfuerzo y el trabajo silencioso. En un fútbol que suele privilegiar el brillo y los goles, Rodri ha demostrado que los jugadores de perfil más bajo también pueden tener un impacto determinante. Este Balón de Oro rompe con la tradición de los delanteros y se lo otorga a un futbolista que representa a los jugadores que hacen el trabajo menos visible, pero sin los cuales los equipos difícilmente funcionarían.
En un año Rodri ha demostrado que el fútbol es algo más que cifras de goles y asistencias. Su Balón de Oro es una victoria para los mediocampistas que construyen el juego, que son el motor y el equilibrio de sus equipos. Es una celebración de la visión de juego, del sacrificio y de la inteligencia táctica.
Rodri se ha convertido en el ejemplo perfecto de cómo la constancia, el compromiso y la precisión pueden ser igualmente valorados en el mundo del fútbol. Su Balón de Oro es un reconocimiento merecido a uno de los jugadores más completos de la última temporada y a un futbolista que ha llevado a sus equipos al éxito desde el centro del campo, una posición que hoy se reconoce en el lugar de honor que merece.
*Columna también publicada en El Pilón.